Si estás planeando un viaje a República Checa, no puedes dejar de probar su deliciosa comida típica. La gastronomía checa es rica en sabores y tradiciones, con platos que reflejan la historia y el estilo de vida de este hermoso país. A continuación, te presentamos algunos de los platos, postres y bebidas más representativos que debes probar durante tu visita.
Platos principales
Los platos principales de la cocina checa son abundantes, reconfortantes y llenos de sabor. Aquí te presentamos tres de los más populares:
1. Svičková
La svičková es un plato tradicional checo que consiste en filete de ternera cocido lentamente en una salsa cremosa hecha a base de zanahorias, cebollas, crema agria y especias. Se sirve con knedlíky (bolas de masa) y se corona con una rodaja de limón y una cucharada de mermelada de arándanos. Es un plato que combina a la perfección sabores dulces y salados, y es una verdadera delicia para el paladar.
2. Vepřo-knedlo-zelo
Otro plato imprescindible de la cocina checa es el vepřo-knedlo-zelo, que consiste en cerdo asado, knedlíky y chucrut. El cerdo se cocina lentamente hasta que quede tierno y jugoso, y se sirve con las knedlíky (bolas de masa) y el chucrut, creando una combinación de sabores y texturas que no te puedes perder.
3. Bramboráky
Los bramboráky son unas deliciosas tortitas de patata fritas que se sirven como plato principal o como guarnición. Se preparan con patatas ralladas, cebolla, ajo, harina y especias, y se fríen hasta que estén doradas y crujientes. Se suelen acompañar con crema agria y se sirven calientes, siendo una opción perfecta para los amantes de las patatas.
Postres
La repostería checa es famosa por sus postres dulces y deliciosos, que son el broche de oro perfecto para cualquier comida. Aquí te presentamos tres postres que no puedes dejar de probar:
Trdelník
El trdelník es un pastel en forma de rollo que se cocina sobre carbón caliente y se espolvorea con azúcar y canela. Una vez listo, se sirve caliente y crujiente, y es una delicia para los amantes de los postres dulces. Puedes encontrarlo en puestos callejeros y pastelerías de todo el país.
Koláče
Los koláče son unos deliciosos pasteles checos rellenos de frutas, nueces, queso o amapola. Se elaboran con una masa suave y esponjosa, y se hornean hasta que estén dorados y fragantes. Son perfectos para disfrutar con un café o té, y son una opción ideal para los amantes de los postres caseros.
Palačinky
Las palačinky son unas crepes finas y delicadas que se pueden rellenar con una variedad de ingredientes, como mermelada, frutas, crema batida o chocolate. Se sirven como postre o como merienda, y son una opción deliciosa y versátil que gusta a grandes y pequeños por igual.
Bebidas
La República Checa es famosa por su cerveza de alta calidad, pero también ofrece otras bebidas deliciosas que vale la pena probar:
Pivo (cerveza)
La cerveza checa es conocida en todo el mundo por su excelente calidad y sabor. Hay una amplia variedad de cervezas, desde las ligeras y refrescantes hasta las oscuras y robustas. Durante tu visita, no dejes de probar algunas de las cervezas locales en los bares y cervecerías tradicionales.
Becherovka
La Becherovka es un licor herbal checo que se elabora con una mezcla de hierbas, especias y raíces. Tiene un sabor único y distintivo, con notas de canela, clavo de olor y otros sabores aromáticos. Se sirve frío como aperitivo o digestivo, y es una bebida que no puedes dejar de probar durante tu estancia en República Checa.
Ahora que conoces algunos de los platos, postres y bebidas más representativos de la cocina checa, te animamos a que los pruebes durante tu viaje. La gastronomía es una parte fundamental de la experiencia de viaje, y probar la comida típica de un país es una forma deliciosa de sumergirse en su cultura y tradiciones. ¡Buen provecho!